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Personal del PMA de Ecuador y Colombia comparten experiencias asistiendo a refugiados

Countries
Ecuador
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Sources
UNCT Ecuador
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Debido a la gran cantidad de refugiados colombianos que cruzan la frontera en busca de asilo huyendo de la violencia en su país, Ecuador es el país que alberga al mayor número de refugiados reconocidos en la región según ACNUR. El PMA trabaja con los gobiernos de Ecuador y Colombia para brindar asistencia alimentaria a estas personas viviendo en la frontera. Recientemente, el personal del PMA trabajando en Colombia se reunió con el personal del PMA en Ecuador para intercambiar experiencias sobre cómo mejorar la seguridad alimentaria y nutricional para ayudar a las personas desplazadas y a los refugiados a reconstruir sus vidas.

QUITO – Andrés Mosquera, Karen Maldonado y Edgar Colmenares tienen tres cosas en común: los tres son colombianos, quieren la paz para su país y trabajan en el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Karen y Edgar están establecidos en la oficina de país en Bogotá, mientras que Andrés es el líder de la sub oficina regional del PMA en Pasto, Colombia, la oficina más cercana a la frontera con Ecuador. Algunas semanas atrás, los tres cruzaron la frontera para conocer a algunos colegas del PMA en Imbabura, en el norte de Ecuador, para visitar proyectos de campo e intercambiar experiencias del suministro de asistencia alimentaria a los refugiados colombianos y a las comunidades de acogida ecuatorianas.

Durante su visita, el grupo se unió al personal del PMA en Ecuador para hacer visitas de campo e intercambiar buenas prácticas en Imbabura, en el norte de Ecuador. En uno de los proyectos visitados conocieron a Josefina (nombre protegido), una joven colombiana que recibe apoyo del PMA en un albergue para mujeres que han sufrido violencia de género. Ella contó que en Colombia, su padre debía dinero a un grupo armado ilegal, y que un día ellos entraron a la casa de Josefina, mataron a su padre y la violaron. Ella tenía quince años.

Raciones de alimentos y cupones electrónicos

Gracias al PMA, hoy Josefina recibe alimentos en el albergue, y al salir recibirá un cupón electrónico que le permitirá comprar frutas, vegetales, carne, yogur y otros alimentos todos los meses en una tienda local. Los pequeños productores locales, especialmente las mujeres, proveen productos como pescado fresco, en particular a las tiendas. Josefina asistirá a sesiones mensuales de educación nutricional organizadas por el PMA y sus socios del gobierno local, además de sesiones de apoyo psicosocial ofrecidas por el gobierno local.

Vinculando la producción local y la diversidad dietética

El uso de cupones electrónicos ligados a la producción local ayuda a mejorar la diversidad de la dieta de las familias refugiadas colombianas y las familias vulnerables ecuatorianas. El equipo colombiano también visitó a pequeños productores ecuatorianos y sus puntos de venta, pudieron apreciar cómo la producción local apoya los almuerzos escolares organizados en conjunto con el gobierno local.

Otras buenas prácticas compartidas por el personal de Ecuador incluyeron:

• Servicios sociales integrados que son ofrecidos por organizaciones socias a los participantes de los proyectos;

• Un sistema electrónico de transferencia y seguimiento desarrollado localmente por el PMA Ecuador para gestionar las tarjetas electrónicas;

• La participación de mujeres en esfuerzos que vinculan el cambio climático y la seguridad alimentaria, y

• Costos compartidos con gobiernos locales.

La historia de Josefina se repite docenas de veces en las vidas de las mujeres desplazadas en Colombia y en aquellas que buscan asilo en Ecuador. Este es un ejemplo de las buenas prácticas que fueron compartidas entre las oficinas del PMA en Colombia y el PMA en Ecuador. Ambos equipos aprendieron acerca de los modelos de asistencia alimenticia del otro.

Andrés y sus colegas de la sub-oficina de PMA Colombia en Pasto, también visitaron la tienda local en Carchi, donde los refugiados tienen acceso a los productos locales, hablaron con los participantes del proyecto y se reunieron con el equipo del gobierno local. El aprendizaje de buenas prácticas fue una experiencia de doble vía: Andrés presentó la experiencia del trabajo de Colombia en términos de políticas públicas, apoyando las prioridades nacionales del gobierno para mejorar la seguridad alimentaria de familias que viven en extrema pobreza.

Los equipos del PMA en Ecuador y en Colombia aprendieron de la experiencia del otro, demostrando que las modalidades innovadoras para fomentar la seguridad alimentaria y nutricional no deben detenerse en las fronteras entre países. Edgar, de la unidad de finanzas del PMA en Bogotá, estaba emocionado al ver de primera mano el impacto del trabajo que PMA ha tenido con los refugiados y prometió seguir trabajando todos los días para ayudar a su país y a Ecuador a lidiar con la situación de los refugiados. “Trabajemos junto con los gobiernos y otras agencias humanitarias para alcanzar la paz duradera que todos queremos. Ayudemos a estos refugiados y sus familias a recuperar sus medios de vida para que puedan vivir con dignidad”, dijo.