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Taller de confección de mujeres refugiadas es un ejemplo de superación

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Ecuador
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UNHCR
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ESMERALDAS, Ecuador, 4 de febrero de 2013 (ACNUR) - Entre trazos y colores se inauguró el taller de confección “Las Negritas” en la ciudad de Esmeraldas. Gracias al apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Hebrea de Ayuda a Inmigrantes y Refugiados (HIAS) y la Pontificia Universidad Católica Ecuatoriana sede en Esmeraldas (PUCESE), un grupo conformado por 7 mujeres entre ecuatorianas y refugiadas lograron sacar adelante este proyecto montando su primer taller para dar servicio de confección de prendas de vestir.

Este grupo, que nació en el 2012, ha ido creciendo y fortaleciéndose a pesar de los duros momentos que tuvieron que pasar, gracias a un concurso convocado por el ACNUR y la PUCESE para mejorar emprendimientos ya iniciados, “Las Negritas” tuvieron la oportunidad de participar y de esa manera ser una de las ganadoras recibiendo un monto de $3.000, monto con el cual lograron mejorar su taller adquiriendo todo el material y maquinaria necesaria.

“Grupo de Hermandad” es como se denominan estas valientes mujeres afrodescendientes, quienes en su mayoría tuvieron que salir de su país en busca de protección y que ahora en la provincia de Esmeraldas tienen la opción de seguir adelante con la esperanza de un futuro mejor.

“Este proyecto es un ejemplo de compromiso y ganas de salir adelante. Es un trabajo muy valorado que ha logrado que las mujeres que lo conforman tengan ahora una vida más digna dentro de su localidad”, dijo Sabrina Lustgarten Directora Ejecutiva de HIAS.

ACNUR y HIAS durante la inauguración del taller.Las señoras refugiadas demuestran su destreza en cada corte y confección, su pasión por las manualidades las llevó a juntarse sin siquiera conocerse, unidas como hasta ahora, iniciaron este proceso con capacitaciones y con el apoyo constante por parte de las organizaciones, quienes dentro del marco del proyecto dirigido por ACNUR para prevenir la violencia sexual y de género, les brindaron también herramientas efectivas para prevenir esta situación dentro de sus familias y comunidad.

“El compromiso es con nosotras mismas porque somos parte de esta tierra no somos extrañas, es nuestro sueño cumplido y vamos a proyectarnos en grande”, comenta Ibeth*, una mujer refugiada.

Su meta actual, es tener una línea de exportación que les permita mostrar a otros países sus diseños y creaciones.

“El ACNUR esta comprometido en continuar apoyando estos procesos de autosuficiencia e integración que involucran a la población refugiada y local, con el objetivo de conseguir una convivencia más armónica en su comunidad”, dice Oscar Sánchez, jefe de la oficina del ACNUR en Esmeraldas.

Su taller es un reflejo de arduo trabajo, entre telas e hilos, se confeccionan los sueños de estas 7 mujeres que tienen el compromiso de continuar construyendo un país de paz.

Por: Andrea Escalante en Esmeraldas Ecuador

*Nombre cambiado por seguridad

ACNUR