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Además de las actividades habituales en la localidad de Lorca, Cruz Roja Española desarrolla distintos programas a largo plazo con la población afectada por el terremoto como un proyecto de asistencia humanitaria para las personas más vulnerables, la instalación de viviendas prefabricadas o la puesta en marcha de una Escuela de Verano para los menores.

"Nos encontramos en pleno proceso de reconstrucción de Lorca, ya no sólo a nivel de viviendas, comercios o servicios sino, y lo que es más importante, de las vidas de los lorquinos". Así resume la situación de la población de Lorca el presidente de la Cruz Roja de este municipio, Juan Carlos García Ruiz, cuando se cumplen dos meses del terremoto que asoló esta población.

Y en esa 'reconstrucción de las vidas' participa activamente Cruz Roja y, especialmente, el voluntariado de la Cruz Roja de Lorca y de Murcia.

Si en los primeros días y semanas tras la catástrofe Cruz Roja llevó a cabo una amplio operativo de Emergencia centrado en aspectos como la atención sanitaria, el apoyo psicosocial, el albergue o la distribución de bienes básicos como agua, alimentos, mantas o kits higiénicos (desplegando además 25 Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias –ERIE- y con la participación de más de 850 voluntarios) el reto ahora es trabajar en la reconstrucción de las vidas de los afectados y en la 'normalización' de su situación.

Para ello, una de las intervenciones fundamentales será la dotación de viviendas prefabricadas para al menos 14 familias, en un espacio habilitado por el Ayuntamiento de Lorca en el barrio de San Fernando. Se trata de viviendas modulares para 2, 4 o 6 personas, dotadas con el mobiliario necesario, cocina equipada, sanitarios y equipo de aire acondicionado.

Pensando en un colectivo especialmente vulnerable, la infancia (con la que ya se trabajó durante la emergencia a través de la intervención psiocosial) Cruz Roja Juventud ha puesto además en marcha una Escuela de Verano para unos 320 niños y niñas de los colegios de Pérez de Hita y Alfonso X, en el barrio de las Viñas, el más afectado por el seísmo.

El objetivo de este programa es ofrecer a los menores y jóvenes alternativas que les faciliten un uso más positivo de su tiempo libre y de ocio, en un marco de participación orientado a incentivar sus capacidades y valores necesarios para una educación integral de la persona.

A través de múltiples actividades como salidas lúdicas y educativas a la costa de Águilas, talleres de primeros auxilios y de informática, deportes o distintas manualidades, se sensibiliza además a los menores sobre la importancia del medio natural y urbano, ayudándoles a descubrir las posibilidades que ofrecen.

El compromiso a largo plazo que mantiene Cruz Roja con los afectados tiene el objetivo fundamental de evitar los riesgos de exclusión social de las personas que han padecido esta catástrofe. Por esta razón, adquirirá especial importancia la puesta en marcha de un proyecto de asistencia humanitaria para las personas en situación de vulnerabilidad severa del municipio, que se materializará en la prestación de ayudas, prestaciones y servicios que cubran las necesidades básicas de las familias con graves carencias en alimentación, vestuario o medicamentos. De igual forma, Cruz Roja desarrollará un Servicio de Orientación Laboral con el fin de facilitar información y formación sobre el acceso al mercado laboral.

"Todo el trabajo que lleva a cabo Cruz Roja es posible gracias al apoyo de infinidad de personas, empresas, instituciones, organizaciones y entidades que nos están ayudando desde el primer momento para poder estar al lado de los que más lo necesitan en estos momentos", subraya Juan Carlos García Ruiz.