Aller au contenu principal

Honduras: SitRep nº 4 - Situación Migratoria

Pays
Honduras
+ 11
Sources
Action Against Hunger
Date de publication

Contexto

Honduras se ha convertido en territorio de tránsito de migrantes que proceden de otros continentes y/o principalmente de Sudamérica o el Caribe, y que deciden aventurarse en una ruta migratoria que los expone a numerosos riesgos a lo largo de su travesía hacia el Norte. Según el Instituto Nacional de Migración (INM) entre el 1 de enero y el 25 de agosto de 2022, se registró el ingreso de forma irregular de 84.762 personas.

Del total de personas que reporta el INM, 83.623 lo hicieron por puntos no autorizados de Danlí (40.100) y Trojes (25.474), más conocidos como puntos ciegos, ubicados en el fronterizo departamento de El Paraíso, al sur del país. De igual forma unas 18.049 personas ingresaron por Choluteca, departamento del mismo nombre. Del total de migrantes en situación irregular el 28% son mujeres, el 55% hombres y 17% niños y niñas.

Las estadísticas del INM refieren que la mayor cantidad de migrantes que ingresaron entre el 1 y el 25 de agosto, de forma irregular provinieron de Venezuela (8.588), Cuba (5.839), Ecuador (1.304 y Haití (683), seguidos de la India (336), Colombia (246), República Dominicana (221), Nepal (190), Bangladesh (143) y Brasil (112).

Además, entre el 1 y el 25 de agosto, 18.592 migrantes ingresaron de forma irregular por Danlí, Trojes y Choluteca, un promedio de 978 personas diarias, que deben ser gestionados a través de tres oficinas migratorias desbordadas. De continuar esta tendencia en lo que resta de 2022, se podría superar el medio millón de personas en tránsito irregular por Honduras.

Para ingresar de forma regular a Honduras, los nacionales de países caribeños, sudamericanos, africanos o asiáticos requieren de una visa consular tramitada de forma previa, lo que está fuera del alcance o conocimiento de la mayor parte de migrantes irregulares que llegan a Honduras. Ante este impedimento recurren al servicio de intermediarios o “coyotes” nicaragüenses u hondureños que los llevan a través de los llamados puntos ciegos.

Debido a que entran al país infringiendo la norma migratoria, son sujetos de una multa de aproximadamente 236 USD, aunque existe la posibilidad de no ser pagada en aquellos casos que se demuestre ausencia de recursos para hacerlo.

Ante la acumulación de personas en esta situación de inseguridad jurídica e incapacidad de pago, el pasado 3 de agosto entró en vigor el decreto legislativo que exonera el abono de la multa administrativa a los migrantes que ingresan de forma irregular a Honduras. A pesar de ello, continúan las denuncias de cobros ilegales.

No obstante, la amnistía vino a beneficiar a miles de migrantes a quienes el cobro colocaba en una situación de mayor vulnerabilidad, especialmente aquellos que viajan en condiciones de extrema precariedad económica, lo que les obligaba a iniciar un trámite con el INM para demostrar su vulnerabilidad y así exonerarse del pago de la multa, aunque esto implicara permanecer en el país por más tiempo hasta que lograban la resolución por parte de las instituciones hondureñas.
En este contexto adquieren una enorme importancia las acciones de ayuda humanitaria destinadas a la población migrante en tránsito que ingresa por la frontera sur de Honduras, ya que contribuyen a cubrir necesidades básicas, incluidos riesgos de protección durante su ruta migratoria por tierras hondureñas.