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9 de cada 10 niños y niñas de América Latina y el Caribe están expuestos al menos a dos crisis climáticas y ambientales

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En el mundo, mil millones de niños, niñas y adolescentes están en “riesgo extremadamente alto” de sufrir los impactos de la crisis climática, según el primer Índice de Riesgo Climático de la Infancia de UNICEF.

NUEVA YORK / CIUDAD DE PANAMÁ, 20 de agosto de 2021 - En América Latina y el Caribe, se estima que 169 millones de niños, niñas y adolescentes viven en zonas donde se superponen al menos dos crisis climáticas y ambientales, según un informe de UNICEF presentado hoy.

La crisis climática es una crisis de derechos del niño: Presentación del Índice de Riesgo Climático de la Infancia’ es el primer análisis exhaustivo de los riesgos climáticos y medioambientales desde la perspectiva de la infancia. En el índice, los países se clasifican en función de la exposición de los niños a las perturbaciones climáticas y medioambientales, como los ciclones y las olas de calor, así como su vulnerabilidad a esas perturbaciones según su acceso a los servicios esenciales.

Presentado en colaboración con Viernes por el Futuro, cuando se conmemora el tercer aniversario del movimiento mundial de lucha por el clima liderado por los jóvenes, el informe revela que aproximadamente 1.000 millones de niños, niñas y adolescentes (casi la mitad de los 2.200 millones de niños del mundo) que viven en uno de los 33 países clasificados como de “muy alto riesgo”. Estos niños y niñas se enfrentan a la combinación letal de estar expuestos a múltiples perturbaciones climáticas y medioambientales y ser altamente vulnerables debido a la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación. Los resultados del informe muestran la cantidad de niños afectados en la actualidad y revelan unas cifras que seguirán empeorando a medida que los efectos del cambio climático se aceleren.

“Por primera vez disponemos de un panorama completo que nos revela dónde y de qué forma la infancia es vulnerable al cambio climático, y se trata de un panorama mucho más grave de lo que podíamos imaginar. Las perturbaciones climáticas y medioambientales están menoscabando la totalidad de los derechos de los niños y niñas, desde su acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable, hasta su derecho a una educación, a una vivienda, a estar protegidos contra la explotación e incluso a sobrevivir. La vida de prácticamente todos los niños, niñas y adolescentes resultará afectada”, declaró Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Niños, niñas y jóvenes llevan tres años alzando la voz desde todos los rincones del mundo para pedir que se tomen medidas. UNICEF respalda su reivindicación en favor del cambio con un mensaje irrefutable: la crisis del clima es una crisis de los derechos de la infancia”.

El Índice de Riesgo Climático de los Niños (CCRI) revela que en América Latina y el Caribe:

  • 55 millones de niños están expuestos a la escasez de agua;

  • 60 millones de niños están expuestos a los ciclones;

  • 85 millones de niños están expuestos al Zika;

  • 115 millones de niños están expuestos al Dengue;

  • 45 millones de niños están expuestos a las olas de calor;

  • 105 millones de niños están expuestos a la contaminación atmosférica.

Si bien casi todos los niños del mundo corren el riesgo de sufrir alguna de estas amenazas climáticas y medioambientales, los datos revelan que los países más afectados se enfrentan a crisis múltiples y a menudo solapadas que podrían mermar el progreso en materia de desarrollo y aumentar las carencias de la infancia.

Se estima que 850 millones de niños (uno de cada tres en todo el mundo) viven en zonas donde se solapan al menos cuatro de las perturbaciones climáticas y medioambientales anteriormente citadas. Además, nada menos que 330 millones de niños (uno de cada siete en todo el mundo) viven en zonas afectadas como mínimo por cinco peligros considerables. En América Latina y el Caribe, 47 millones de niños (uno de cada cuatro) viven en zonas afectadas por al menos cuatro perturbaciones.

Del mismo modo, el informe revela incoherencias entre los países donde se generan las emisiones de gases de efecto invernadero y aquellos en los que los niños sufren las peores consecuencias del cambio climático. En conjunto, los 33 países “de muy alto riesgo” emiten tan solo el 9% de las emisiones mundiales de CO2. Por el contrario, los 10 países que generan más emisiones representan casi el 70% de las emisiones mundiales. Sin embargo, solo uno de estos países se encuentra clasificado como país “de muy alto riesgo” en el índice.

“El cambio climático es profundamente desigual. Aunque ningún niño es responsable del aumento de las temperaturas mundiales, ellos sufrirán las peores consecuencias. Los niños de los países menos responsables sufrirán más que nadie”, afirmó Fore. “Sin embargo, todavía nos queda tiempo para actuar. Mejorar el acceso de los niños a los servicios esenciales, como el agua y el saneamiento, la salud y la educación puede aumentar notablemente su capacidad para sobrevivir a los peligros del clima. UNICEF insta a los gobiernos y a las empresas a escuchar a los niños y dar prioridad a las medidas que los protejan de los efectos del cambio climático, al tiempo que aceleran el trabajo para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Si no se toman las medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero cuanto antes, los niños seguirán sufriendo más que nadie. En comparación con los adultos, los niños necesitan más alimentos y agua por cada unidad de peso corporal; tienen menos capacidad para sobrevivir a los fenómenos meteorológicos extremos; y son más susceptibles a las sustancias químicas tóxicas, los cambios de temperatura y las enfermedades, entre otros factores.

“Seguirán surgiendo movimientos de jóvenes activistas por el clima que continuarán creciendo y luchando por lo que es justo porque no tenemos elección”, afirmaron Farzana Faruk Jhumu (Bangladesh), Eric Njuguna (Kenya), Adriana Calderón (México) y Greta Thunberg (Suecia), pertenecientes al movimiento Viernes por el Futuro y coautores del prefacio del informe, al que también prestan su apoyo. “Debemos afrontar los hechos, reconocer que el cambio climático es una crisis y actuar con la premura necesaria para garantizar que los niños de hoy hereden un planeta habitable”.

UNICEF exige a los gobiernos, las empresas y los actores relevantes que tomen medidas como las siguientes:

  1. Aumentar las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima en los servicios más importantes para la infancia. Si queremos proteger a los niños, a las comunidades y las personas más vulnerables de los efectos más graves del cambio climático que ya están comenzando a surgir es necesario adaptar los servicios más importantes, como los sistemas de agua, saneamiento e higiene y los servicios de salud y educación.

  2. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. A fin de evitar los peores efectos de la crisis climática, es necesario emprender acciones contundentes de inmediato. Antes de 2030, los países deben reducir sus emisiones un 45% como mínimo (en comparación con los niveles de 2010) para impedir que la temperatura aumente más de 1,5ºC.

  3. Proporcionar a los niños educación sobre el clima y competencias ecológicas, ya que son fundamentales para su adaptación y su preparación ante los efectos del cambio climático. A pesar de ser los menos responsables, los niños y los jóvenes sufrirán las desastrosas consecuencias de la crisis del clima y la inseguridad del abastecimiento de agua. Tenemos el deber de actuar en defensa de todos los jóvenes y de las generaciones futuras.

  4. Incluir a los jóvenes en todas las negociaciones y las decisiones relacionadas con el clima a nivel nacional, regional e internacional, incluida la COP26. Los niños y los jóvenes son agentes de cambio y deben participar en todos los procesos de formulación de decisiones relacionadas con el clima.

  5. Garantizar que la recuperación de la pandemia de COVID-19 sea respetuosa con el medioambiente, genere bajas emisiones de carbono y beneficie a todo el mundo, de una forma que no ponga en peligro la capacidad de las generaciones futuras para abordar y responder a la crisis climática.

Notas para los editores:

El Índice de Riesgo Climático para la Infancia se elaboró en colaboración con distintos aliados, entre ellos Data for Children Collaborative.

Con el propósito de facilitar el acceso de los jóvenes al informe, UNICEF también trabajó en colaboración con Climate Cardinals, una organización internacional sin ánimo de lucro dirigida por jóvenes dedicada a traducir las investigaciones y los datos sobre el cambio climático a fin de llegar a tantas personas jóvenes y dirigentes como sea posible.

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