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Colombia ECHO/-AM/BUD/2020/91006 Llevando atención humanitaria a comunidades rurales remotas afectadas por el conflicto

Países
Colombia
Fuentes
Cruz Roja Española
Fecha de publicación
Origen
Ver original

Colombia encabeza la lista de los países con mayor número de personas desplazadas internamente con más de 8 millones de personas. A pesar de la firma de los Acuerdos de Paz en 2016, la violencia armada no cesa. Desde entonces, más de 500 000 personas se han visto afectadas por desplazamientos masivos e individuales, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).

Las consecuencias humanitarias generadas por la violencia afectan particularmente a las comunidades que viven en zonas rurales y remotas. Estas poblaciones son víctimas de desplazamientos internos forzados, restricciones a la movilidad, amenazas, homicidios, campos minados, reclutamiento forzoso, lo que les impide el acceso a servicios básicos, a actividades económicas dignas y suficientes y pone en grave riesgo su seguridad personal y social. En el último año, la pandemia por COVID-19 ha incluso empeorado estas condiciones.

Gracias a los fondos humanitarios de la Unión Europea, el consorcio integrado por la Cruz Roja Española, la Cruz Roja Alemana y la Cruz Roja Colombiana desplegó Unidades Móviles de Salud para brindar servicios de salud primaria y de protección, apoyo psicológico y actividades de prevención de la salud a más de 20 mil personas en comunidades confinadas y altamente afectadas por la violencia, particularmente comunidades indígenas, en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó.

Una Unidad Móvil en Salud se desplazó hasta el corregimiento de Puerto Bélgica, en el municipio de Cáceres (Antioquia) para prestar servicios de salud y protección a sus 700 habitantes y a los de las comunidades dispersas aledañas.

El equipo brindó atención primaria de enfermedades variadas, control de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, control prenatal, asesoría en planificación familiar y enfermedades de transmisión sexual (con entrega de preservativos), asesoría sobre maternidad segura, entre otros.

Para las comunidades indígenas y remotas el acceso a los servicios médicos se ha agravado debido a la pandemia del COVID-19. Con los centros de salud restringiendo las citas y el requerimiento de plataformas digitales para su asignación, además de las largas distancias y su alto costo, el despliegue de nuestros equipos móviles es fundamental para que estas comunidades puedan acceder a atención médica.

“Nos debemos movilizar desde el territorio durante veinte minutos en transporte fluvial por el río Cauca y diez minutos más en transporte terrestre por carretera para poder llegar hasta el hospital más cercano ubicado en el casco urbano del municipio de Cáceres”, explica Luis Moreno, cacique del resguardo indígena Puerto Bélgica Las Palmas.

El apoyo psicológico es fundamental para que las personas puedan lidiar con el miedo, la ansiedad o cualquier afectación a su salud mental debido a los cambios en el entorno.

Para sobrellevar los efectos del conflicto y la pandemia del COVID-19 brindamos acompañamiento psicológico a la comunidad, orientándoles sobre los comportamientos adecuados dentro de la familia y brindando el apoyo a jóvenes en prevención del consumo de sustancias psicoactivas.

Las mujeres gestantes en situación de vulnerabilidad son un grupo prioritario de la intervención. Además de contar con atención médica, reciben un kit prenatal y orientación para los primeros cuidados del bebé. En Puerto Bélgica se atendieron 9 madres gestantes, y el proyecto en total ya suma 151.

Niños, niñas y personas adultas de todas las edades participaron de distintas actividades de promoción y prevención de la salud como charlas sobre buenos hábitos de higiene y de prevención del contagio de COVID-19 y otras enfermedades infecciosas, control de vectores, salud sexual y reproductiva e higiene oral.