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El valor del agua: cómo asegurar el líquido vital en tiempos de COVID-19

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AECID
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En 2021, el tema del Día Mundial del Agua es “valoremos el agua”. Para destacar el significado y el verdadero valor del líquido esencial resaltamos las experiencias de varias iniciativas que el Fondo implementa en distintos países en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Mientras haya gente sin vacunar, el lavado de manos con agua y jabón es una de las principales barreras contra el coronavirus.

El valor del agua como nuestro líquido vital ha sido evidente durante la pandemia de COVID-19. El Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento apoya inversiones para asegurar que el agua fluya cuando más las necesitamos. La pandemia ha obligado a reorientar los programas, reforzando trabajos de urgencia o puntos de acopio para la dotación de los servicios de agua, y reforzar las campañas de higiene que ya se venían dando en el seno de los programas. También se ha incidido en el fortalecimiento de los operadores de agua para asegurar su sostenibilidad ante la caída de ingresos por la crisis social que está suponiendo la pandemia en muchos países de América Latina y el Caribe.

En 2021, el tema del Día Mundial del Agua es "valoremos el agua". Para destacar el significado y el verdadero valor del líquido esencial resaltamos las experiencias de varias iniciativas que el Fondo implementa en distintos países en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Mientras haya gente sin vacunar, el lavado de manos con agua y jabón es una de las principales barreras contra el coronavirus.

PARAGUAY: LA CRISIS COMO OPORTUNIDAD

Con la llegada de la pandemia, el acceso a agua de calidad pasó de ser una necesidad urgente a un asunto de vida o muerte. Para ampliar el alcance del Proyecto de Construcción de Sistemas de Agua y Saneamiento para Pequeñas Ciudades de Paraguay, se optó por realizar mejoras o reparaciones que optimizaran el funcionamiento de los sistemas existentes en 69 comunidades rurales, en lugar de construir nueva infraestructura.

Además, se instalaron casetas de cloración en otras 500 comunidades y se mejoraron los sistemas básicos de agua y saneamiento en 45 hospitales y unidades de salud familiar.

REPÚBLICA DOMINICANA: AGUA PARA POBLACIONES VULNERABLES

La ejecución del plan de emergencia en la provincia San Cristóbal ha permitido poner en marcha un protocolo de seguridad y garantizar el suministro de agua durante la pandemia. Este plan integra los trabajos esenciales y la organización del personal del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA).

A fin de asegurar la continuidad del servicio, se definieron e implementaron protocolos de salud para los empleados, con medidas y equipos de bioseguridad para la reparación de averías, atención al cliente por teléfono, difusión de boletines informativos para el personal, uso de canales de comunicación remota con los usuarios y desarrollo de herramientas tecnológicas para el pago en línea del servicio.

COSTA RICA: TRABAJANDO CON LAS COMUNIDADES

Desde marzo de 2020, las empresas contratistas que ejecutan las obras de agua y saneamiento cuentan con protocolos para evitar contagios, con capacitaciones al personal, conformación y seguimiento de burbujas (grupos pequeños de trabajo), colocación de cabañas sanitarias y zonas de lavado de manos. La mayor parte del personal contratado pertenece a la propia comunidad, lo que ha permitido apoyar la economía local.

Por otro lado, para la promoción del pago oportuno del servicio de agua, el uso eficiente de este recurso y la implementación de las medidas de higiene para prevenir enfermedades, se desarrolló una campaña de comunicación que actualmente llevan a cabo las juntas comunitarias que administran el servicio.​

REORIENTACIÓN Y NUEVOS PROGRAMAS

Casi todos los programas se han tenido que adaptar a la emergencia. Por poner algunos ejemplos concretos, en Haití, la Cooperación Española ha puesto a disposición medio millón de dólares del presupuesto para proporcionar una primera respuesta a la pandemia con el objetivo de minimizar el número de contagios. En Guatemala se han invertido un total de 215.000 dólares para asegurar el funcionamiento adecuado de los sistemas de agua potable y saneamiento atendiendo principalmente la continuidad del servicio mediante medidas en operación y con la cloración del suministro. Paralelamente se ha promovido campañas de lavado de manos en los idiomas de las comunidades originarias.

En El Salvador se han apoyado más de 50 sistemas y operadores rurales que sufrían fallos en la producción y distribución de agua potable. A nivel comunitario se ha fortalecido 226 juntas de agua rurales con la dotación de kits de potabilización, kits de protección personal, y pequeñas obras y reparaciones. A finales de 2020 el Gobierno aprobó seis nuevos programas de cooperación enfocados a impulsar el agua y proteger a la población frente a la crisis sanitaria del COVID-19. ​