Aller au contenu principal

Colombia: Reporte bimestral noviembre y diciembre 2020

Pays
Colombie
Sources
Acción contra el Hambre
+ 5
Date de publication

Los últimos dos meses del año 2020, se caracterizaron por un alto número de emergencias humanitarias relacionadas con desplazamientos, confinamientos, violencia basada en género (VBG) y los estragos ocasionados por la segunda temporada de lluvias y el paso del Huracán Iota.

La temporada de lluvias ocasionó deslizamientos e inundaciones en varios departamentos complicando aún más el acceso en zonas donde la infraestructura ya era precaria antes de estos eventos. Según el informe COLOMBIA: Afectaciones por emergencias de la temporada de lluvias Informe de Situación No. 6 elaborado por OCHA al menos 302.996 personas fueron afectadas en 13 departamentos debido a las emergencias por el paso del Huracán Iota y las lluvias intensas por el desarrollo del fenómeno de La Niña. Por otra parte, en el país aumentaron los casos de la COVID-19. A 31 de diciembre de 2020 el registro de casos activos fue de 86.777 y de muertes por la enfermedad fue de 43.213. La respuesta humanitaria se adaptó a la situación tomando las medidas de bioseguridad necesarias. Estas medidas incluyeron pruebas PCR del personal humanitario, capacitaciones de higiene a las comunidades, entrega de kits de protección ante la COVID-19 y elementos para desinfección e higiene de lugares públicos en algunas zonas donde se dio atención de emergencias.

Finalmente, el desplazamiento continuó siendo una problemática determinante en el país, especialmente en la Región Pacífica y la Región del Eje Cafetero y Antioquía. En noviembre y diciembre el 100% de las respuestas humanitarias del consorcio MIRE ocasionados por desplazamiento se dieron en estas dos regiones. Cabe destacar que estas zonas también fueron afectadas por la segunda temporada de lluvias aumentando las necesidades humanitarias en estas comunidades.

A través de sus intervenciones, el MIRE logró establecer alianzas con entidades territoriales que contribuyeron significativamente en la comprensión socioeconómica de las emergencias. La coordinación con Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD), Los Consejos Departamentales y Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres, los Equipos Locales de Coordinación (ELC), la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), las alcaldías locales, así como con líderes comunitarios y religiosos, facilitaron la realización de las ERN y las actividades de respuesta multisectorial.