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Reporte situacional sectorial: Integración, noviembre 2020

Países
Colombia
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Fuentes
GIFMM
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Fecha de publicación
Origen
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Situación

• Cuso International publicó el estudio “Dinámicas laborales de las mujeres migrantes venezolanas en Colombia”I. Con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares, para el periodo septiembre de 2019 a febrero de 2020, la investigación compara las principales características laborales de las mujeres venezolanas con las de sus pares colombianas y sus connacionales hombres, además de analizar las principales barreras para su inserción laboral. Algunos resultados destacables de la publicación son:

− La mayoría de los refugiados y migrantes trabajan en la informalidad. El 91,1% de los refugiados y migrantes ocupados no están afiliados a protección social y un 75,6% de los mismos labora en actividades productivas de pequeñas dimensiones y baja productividad.

− La informalidad en el mercado laboral colombiano afecta más a las mujeres que a los hombres, y afecta más a las mujeres refugiadas y migrantes que a las mujeres de las comunidades de acogida. El 91,1% de las mujeres refugiadas y migrantes provenientes de Venezuela son trabajadoras informales, 31 puntos porcentuales por encima del nivel reportado por las mujeres colombianas.

− Las mujeres refugiadas y migrantes trabajan más horas a la semana que las de las comunidades de acogida (en promedio, cerca de 42,5 horas frente a 37, respectivamente) y reciben ingresos inferiores al salario mínimo (785.814 pesos [222 USD] en promedio), casi la mitad de lo que ganan sus pares locales (1’458.596 pesos).

− Las mujeres venezolanas tienen una mayor probabilidad de acceder a un empleo y ocuparse (con una tasa de ocupación de 49,1%) que las colombianas (45,3%). En contraste, registran una tasa de desempleo más alta que las mujeres colombianas, 19,9 % frente a 13,6%, respectivamente.

− En cuanto a las ramas de la actividad económica, el 52% de las refugiadas y migrantes venezolanas labora en comercio y hostelería; el 15,7% presta servicios personales y sociales y el 9,8% a los hogares. Las mujeres refugiadas y migrantes se ocuparon principalmente como cocineras o camareras, con un 23,2%, o como vendedoras en el comercio, con 20,4% respecto al total. Cabe anotar que estos oficios fueron fuertemente golpeados por la emergencia sanitaria por el COVID-19, lo cual no se evidencia en el análisis dado el periodo de los datos disponibles.

− El desconocimiento del sistema laboral colombiano, de la normativa y de los canales de búsqueda para identificar las vacantes, así como las dificultades para homologar o acreditar estudios o experiencia, son algunos de los obstáculos que la población refugiada y migrante también puede enfrentar.

La sobrecarga de los trabajos de cuidado en sus hogares y la falta de redes de apoyo para desempeñar esa labor, son problemas que afectan a las mujeres refugiadas migrantes a la hora de buscar trabajo.

• La Red CLAMOR y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) presentaron el informe “Pies para que te tengo”II, que recopila testimonios de las personas refugiadas y migrantes provenientes de Venezuela, con el fin de visibilizar sus sentimientos, los desafíos que han tenido que enfrentar, como la discriminación en el acceso a sus derechos sociales o laborales. El documento ofrece además una serie de recomendaciones para promover la protección y el desarrollo integral de los refugiados y migrantes en las comunidades de acogida.

• El 24 de noviembre, el Proyecto Migración Venezuela público el boletín “Percepción de la migración durante la flexibilización de las medidas para contener la Covid-19: una mirada desde los estereotipos”III, que realiza un seguimiento semestral a la percepción de los colombianos frente a la migración. El documento muestra una mejora en percepción de los colombianos hacia los refugiados y migrantes, y las medidas de integración de esta población. Además de presentar los resultados comparados con levantamientos anteriores, el boletín también revela cómo el contacto con un refugiado o migrante aumenta la empatía y reduce la discriminación con base en la teoría de contacto.