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Una tormenta tras otra, sin tiempo de recuperarse

Pays
Guatemala
+ 2
Sources
NRC
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Origine
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En menos de dos semanas, Centroamérica enfrentó dos huracanes que se convirtieron en tormentas tropicales y dejaron millones de personas afectadas, comunidades aisladas, hogares, escuelas, carreteras e infraestructura dañada por las fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones. Es urgente que se brinde alivio para necesidades inmediatas.

Según OCHA, la tormenta tropical Eta dejó 4.9 millones de personas afectadas en Centroamérica: Honduras sufrió daños en 155 de sus 298 municipios, Guatemala había declarado un estado de emergencia en 10 de los 22 departamentos, y El Salvador manejaba 2.200 personas refugiadas cuando El huracán Iota azotó a Nicaragua la noche del 16 de noviembre.

Estas emergencias agravaron la pérdida de cultivos existentes y la inseguridad alimentaria, además se sumó a las crisis económicas, el desplazamiento interno y la violencia de las pandillas, creando una escenario catastrófico con terribles consecuencias humanitarias, especialmente en Honduras y Nicaragua.

En Honduras, los refugios ya enfrentaban hacinamiento antes de que azotara la tormenta tropical Iota. Ahora, NRC está presenciando cómo la situación ha seguido empeorando. Hay un riesgo de que la pandemia del COVID-19 y otras enfermedades, como el dengue, se extendiendan. La violencia doméstica se ve exacerbada por la situación actual de incertidumbre.

NRC también ha visto a familias con necesidades de protección que fueron deportados recientemente a Honduras, y que ahora han tenido que ser evacuados temporalmente de sus hogares debido a las inundaciones.

Enfoque en Honduras después de IOTA

  • Las zonas más afectadas por ETA fueron las del norte fueron los departamentos del Atlántico. Mientras que la tormenta Iota ha afectado el sur del país con una devastadora consecuencia en todo el país.
  • El país informa de 360.000 personas afectadas por la tormenta Iota, además de los 3 millones afectados que dejó la Tormenta tropical Eta.
  • 61.228 personas refugiadas, con más de 10.000 personas evacuadas.
  • 750 refugios disponibles. Comida, mantas, colchones, artículos de cocina e higiene son insuficientes en los refugios.
  • 142 refugios fueron cerrados debido a que la gente regresó a sus hogares, antes de la tormenta Iota.
  • 7.556 casas dañadas o afectadas.
  • 79 ríos y arroyos se han desbordado.
  • El número real de personas afectadas y el número de muertes atribuibles a Eta puede que nunca se conozca (OCHA) Según el Movimiento Mundial por la Infancia Honduras (MMI-H) los niños y niñas están en alto riesgo y en situación de vulnerabilidad debido a la emergencia. Más de 1.5 millones de niños hondureños están en riesgo, según se dice UNICEF.
  • Casos de personas amenazadas por miembros de pandillas dentro de los refugios necesitan atención y protección especial para mitigar el riesgo.
  • El Equipo Humanitario de País (HCT), la OCAH y la COPECO hacen un llamamiento urgente para solicitar 69.2 millones de dólares para contribuir a la asistencia de 450.000 personas afectadas.
  • El llamamiento urgente priorizó la seguridad alimentaria, el agua y el saneamiento, protección, CCCM, Salud, Educación y Coordinación como los principales sectores para responder a la emergencia.
  • Las organizaciones de la frontera hondureña advierten que miles de hondureños pueden tratar de huir de la emergencia en los próximos meses, y que la comunidad humanitaria debe estar preparada para la masa de desplazamientos.

Respuesta de NRC

  • 1.500 kits de higiene entregados en los refugios de San Pedro Sula, Honduras, para prevenir la propagación de Covid-19.
  • Se ha desplegado un equipo de Colombia para apoyar la asistencia de WASH y Shelter.
  • Como parte del llamamiento urgente, NRC respondería en Seguridad alimentaria, protección, gestión de campamentos/refugio y los sectores WASH. 4 de los 6 sectores priorizados por HCT.
  • Estamos fortaleciendo el equipo de respuesta de emergencia en Honduras con nuevos trabajadores humanitarios.

Recomendaciones

  • Un plan de respuesta humanitaria debe ser desarrollado y aplicado para la región, para dar respuesta a las necesidades generadas por ambas tormentas, así como por las existente crisis humanitaria en la región debido a la violencia crónica, el desplazamiento, el cambio climático y la inseguridad alimentaria.
  • El Grupo de Educación debe ser activado. La educación debe ser una prioridad para asegurar la protección de los niños y niñas, su recuperación emocional y asegurar la continuidad de la educación después del desastre. Debido a la pandemia de Covid-19, 6 de cada 10 niños y niñas han dejado de aprender, mientras que el desastre actual ha reducido su posibilidad de acceder a su derecho la educación.
  • Debido a la corta cantidad de tiempo entre la dos tormentas, el impacto humanitario completo es todavía desconocido. - Una evaluación conjunta para reunir datos e información de calidad es clave para priorizar la asistencia