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Latinoamérica & El Caribe: Temporada de Huracanes 2020 – Reporte de Situación No. 4 (Al 20 de noviembre 2020, 5:00pm EST)

Pays
Honduras
+ 8
Sources
OCHA
Date de publication

Este reporte ha sido elaborado por OCHA en colaboración con los socios humanitarios. Cubre el periodo comprendido entre el 10 al 15 de noviembre de 2020. El próximo reporte se publicará alrededor del 25 de noviembre.

PUNTOS CLAVES

  • A pesar de su rápida degradación de una tormenta de categoría 4 a remanentes en un lapso aproximado de 24 horas el 17 de noviembre, las lluvias y los fuertes vientos de Iota afectaron a comunidades en Nicaragua, Honduras y Guatemala, muchas de las cuales ya tenían necesidades humanitarias urgentes de Eta, lo que acentuó aún más las necesidades de albergue, seguridad alimentaria, agua, saneamiento, salud y protección.

  • Los gobiernos y los socios humanitarios en terreno continúan superando las dificultades de acceso para realizar evaluaciones más exhaustivas y llegar a las comunidades aisladas con necesidades críticas.

  • Las organizaciones humanitarias a nivel regional y nacional están ampliando sus esfuerzos de movilización de recursos para apoyar la ampliación proporcional de las actividades de respuesta, incluido un llamamiento urgente por valor de 69,2 millones de dólares de los EE.UU. para apoyar la asistencia inmediata a 450.000 personas en Honduras, de los 2,3 millones que se calcula que tienen necesidades humanitarias.

5,2M
Personas afectadas de manera directa o indirecta por Eta e Iota en nueve países de Latinoamérica y el Caribe

578K
Personas afectadas de manera directa o indirecta por Iota en Honduras

Fuente: COPECO

96K
Personas en Honduras evacuadas por la tormenta Iota

Fuente: COPECO

935K
Personas damnificadas por Eta e Iota en Guatemala

Fuente: CONRED

649K
Personas potencialmente afectadas por pérdidas agrícolas en Guatemala

Fuente: ONU Guatemala

PANORAMA DE LA SITUACIÓN

Iota tocó tierra sobre el norte de Nicaragua a principios del 17 de noviembre como tormenta de categoría 4, alcanzando una intensidad suficiente para calificarse como el huracán más fuerte del Atlántico en 2020, la temporada más intensa jamás registrada y la única temporada en la que se han registrado dos huracanes mayores en noviembre. Aunque Iota se degradó rápidamente en una zona remanente de baja presión el 18 de noviembre, las lluvias torrenciales y los fuertes vientos que se produjeron durante su corta travesía por Nicaragua hacia Honduras y partes de Guatemala afectaron a muchas de las mismas zonas de esos países que siguen luchando contra el impacto destructivo de Eta y sus efectos en temas de albergue, seguridad alimentaria, agua, saneamiento, salud y protección. Entre Eta, Iota y sus interacciones con otros sistemas meteorológicos, áreas de nueve países de la región (México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia) sufrieron impactos humanitarios que han podido afectar directa o indirectamente a hasta 5,2 millones de personas.

En Nicaragua, las lluvias de Iota llegaron hasta las costas del Pacífico occidental, causando inundaciones y saturando los suelos en las regiones del Pacífico Norte, Central y el Caribe. Fuentes oficiales indican que hay 40.000 personas que necesitan alimentos, 4.000 hogares destruidos y 18 fallecidos. Más de 50.700 personas en 1.195 refugios activos necesitan alimentos y atención médica y psicosocial. Entre las afectaciones más notables figuran la contaminación de los sistemas de almacenamiento de agua, daños en los techos, extensas fallas en el suministro eléctrico y cortes en las telecomunicaciones y en el acceso desde el municipio de Puerto Cabezas, ahora aislado de Managua y Waspam debido a la inundación de las carreteras. El aislamiento de Puerto Cabezas es especialmente preocupante, ya que es el punto de entrada de los suministros a la zona. Además, Iota destruyó el puerto marítimo y dos mercados locales. Por otra parte, el Ministerio de Salud informa de daños en 16 de los 81 centros de salud, mientras que el Ministerio de Educación informa de daños en 76 escuelas de los municipios de Prinzapolka, Puerto Cabezas y Waspam.

La Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (COPECO) informa que Iota afectó a más de medio millón de personas en todo el país, elevando en 14 el número de fallecidos por las tormentas de noviembre y aumentando la población albergada a casi 75.000 personas. Muchas zonas del departamento noroccidental de Cortés, una zona altamente propensa a inundaciones, sufrieron nuevas inundaciones, lo que provocó nuevas evacuaciones y operaciones de búsqueda y rescate, aumentando el ya elevado número de personas en necesidad de asistencia humanitaria de las organizaciones humanitarias que ya estaban respondiendo a los diversos efectos de Eta. Las comunidades de los departamentos nororientales de Colón y Gracias a Dios también sufrieron diversos grados de daños. Al viajar Iota más al sur que Eta, los departamentos del sur y el centro, como Francisco Morazán, sufrieron lluvias que presentan graves riesgos de deslaves entre terrenos más montañosos de esas regiones.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala (CONRED) informa que Iota ha aumentado el número de personas damnificadas por las tormentas de noviembre a más de 935.000 personas, elevando el número total de fallecidos a 55 personas y elevando la población albergada a más de 24.000 en los refugios oficiales y a casi 180.000 en los no oficiales. Iota afectó a casi todos los departamentos de Guatemala, siendo los departamentos del norte y el este, anteriormente afectados por Eta, los más afectados, en particular Alta Verapaz e Izabal. En general, Guatemala no sufrió un impacto tan generalizado como Honduras, pero las zonas afectadas presentan necesidades igualmente graves y críticas.

Con Iota, El Salvador no sufrió tanto impacto, pero sí enfrentó fuertes vientos y pequeños deslizamientos de tierra que nuevamente provocaron evacuaciones preventivas y la posterior respuesta humanitaria de redes como el Equipo Humanitario en el País (EHP), quienes entregaron suministros y recursos a los albergues. Si bien El Salvador no se encuentra en la misma escala de impacto que Honduras o Guatemala, se enfrenta a un hacinamiento en los albergues debido a los efectos acumulativos de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal a fines de mayo, el reciente deslizamiento de tierra de Nejapa, Eta y ahora Iota, con dificultades en determinar cuántas de las 880 personas que se encuentran en los albergues corresponden a cuál de estos eventos.

Antes de golpear las costas centroamericanas, Iota y las lluvias relacionadas provocaron consecuencias importantes en el norte de Colombia, en particular en las islas de San Andrés y Providencia en el Mar Caribe, con lo que el número de países de la región afectados por la temporada de huracanes del Atlántico de 2020 asciende a nueve. Estas consecuencias son poco frecuentes en Colombia, el único país suramericano entre los afectados. Providencia informa de que Iota dañó el 100 por ciento de su infraestructura, destruyó el 80 por ciento de todos los hogares de la isla y afectó a 6.300 personas que todavía carecen de suministro eléctrico. San Andrés informa de que hay por lo menos 700 familias afectadas en albergues oficiales y no oficiales. Las evaluaciones de los daños muestran el impacto en el 80 por ciento de la infraestructura eléctrica.

El sureste de México también sufrió las lluvias de Iota, y Protección Civil informó de un total acumulado de 30 fallecidos y casi 297.000 personas afectadas en todo Chiapas, Tabasco y Veracruz. Los daños materiales incluyen cerca de 59.000 viviendas afectadas y carreteras dañadas que han aislado a 135 comunidades.

UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs: To learn more about OCHA's activities, please visit https://www.unocha.org/.