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Migrantes en la República Argentina: Inserción en el mercado de trabajo

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Аргентина
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IOM
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Resumen Ejecutivo

Las condiciones de inserción laboral son un factor central en la incidencia de la pobreza entre la población migrante que reside en la República Argentina.
Si bien las personas migrantes presentan tasas de desocupación menores que las nacidas en Argentina y una mayor participación en el mercado laboral, en el caso de quienes nacieron en países latinoamericanos, su inserción laboral resulta más vulnerable.
Parte de las dificultades de su inserción laboral en Argentina se evidencia en los elevados niveles de trabajo no registrado. Prácticamente la mitad de las personas migrantes asalariadas no se encuentran registradas, en tanto que entre no migrantes esta proporción desciende hasta el 33,3%.
A estas altas tasas de no registración se suma el alto porcentaje de cuentapropismo que caracteriza a este grupo, en el cual a su vez predominan las personas con bajo nivel educativo.
Así, seis de cada diez migrantes (523 mil personas en los aglomerados urbanos relevados por EPH) que participan en el mercado de trabajo tienen inserciones laborales precarias. La peor calidad laboral del empleo migrante se explica porque éste se concentra en tres ramas de actividad que tienden a ofrecer bajos salarios y condiciones laborales precarias: comercio, construcción y servicio doméstico.
Otro factor típico de la inserción laboral de las personas migrantes es el hecho de que tienden a trabajar en establecimientos más pequeños en comparación con el resto de la población, aún más en el caso de migrantes de América Latina. Asimismo, la menor antigüedad en el puesto de trabajo que muestra una elevada rotación en el empleo puede exponer a las personas migrantes a una mayor vulnerabilidad de ingresos.
En cuanto a las diferencias por género, las mujeres migrantes participan menos en el mercado de trabajo que los varones. Esta menor participación relativa en el mercado laboral provoca que sean menos afectadas por la desocupación abierta, pero tienen peor inserción que los varones en general y también en relación con las mujeres no migrantes. A su vez, en términos sectoriales se observa que entre las mujeres migrantes el trabajo tiene un elevado peso el trabajo en casa particulares.
Así como en el mercado laboral en general se encuentra una mayor incidencia del trabajo no registrado en mujeres que en varones, este resultado se replica entre migrantes, pero de manera más aguda. Más allá de que este patrón de inserción laboral explica parte de la brecha de ingreso que afecta a las mujeres migrantes, también se encuentran diferencias significativas en el ingreso de mujeres migrantes respecto a mujeres no migrantes y varones para un mismo nivel educativo.
La mayor parte de las personas migrantes ocupadas se encuentra en los sectores de ingresos bajos y medio-bajos de las personas ocupadas en la República Argentina. También se registranbrechas significativas entre migrantes y no migrantes, aunque los resultados varían en función del tipo de inserción laboral: son marcadas entre personas asalariadas registradas (18,3% menos de ingreso promedio para migrantes) y cuentapropistas (-12,6%), aunque no se verifican entre personas asalariadas no registradas (11,0% más de ingreso promedio para migrantes).
A partir de mediados de 2018, la economía argentina empezó a evidenciar problemas de crecimiento y se acentuaron las tensiones macroeconómicas que se encontraban vigentes en dicho momento. Ello derivó en una importante contracción de la actividad económica, con un marcado impacto en los niveles de ocupación e ingresos para el mercado de trabajo en general. Este deterioro laboral que tuvo lugar entre 2017 y 2019 no habría afectado particularmente a los y las migrantes, como sí sucedió con las personas no migrantes. Esto se explica principalmente porque las personas migrantes ya partían de una inserción laboral más precaria.