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Los niños y las niñas que viven en zonas de conflicto enfrentan el mayor riesgo de violencia desde que se tiene registro

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Save the Children
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Un nuevo informe también revela que el conflicto afecta de manera diferente a las niñas respecto de los niños:

• Nueve de cada diez niños y niñas víctimas de violencia sexual son niñas.

• Los niños se ven mucho más expuestos a la muerte, la mutilación, el secuestro o el reclutamiento por parte de grupos armados.

• Los niños tienen más probabilidades de morir en acciones bélicas directas; cuando las niñas mueren o sufren lesiones graves, es más probable que sea producto del uso indiscriminado de armas explosivas.

• Según COALICO, en Colombia entre enero y junio de 2019, se registraron 266 eventos de conflicto armado, de los cuales 126 implicaron afectaciones directas a niños, niñas y adolescentes.

13 de febrero de 2020. Según un nuevo informe publicado por Save the Children, las guerras y los conflictos se están intensificando y son cada vez más peligrosos para la infancia. Si bien menos niños y niñas viven en zonas afectadas por conflictos, desde que se iniciaron los registros sistemáticos, el informe señala que aquellos que las habitan enfrentan mayores riesgos de sufrir violencia extrema.

La investigación reveló que unos 415 millones de niños y niñas de todo el mundo vivían en zonas de conflicto en 2018, algo menos que la cantidad registrada el año anterior. Sin embargo, la cantidad de violaciones graves verificadas —los peores crímenes que puedan cometerse contra la infancia— aumentó, lo cual refleja que los niños y las niñas que viven en zonas de conflicto están expuestos a una mayor probabilidad de ser asesinados o mutilados, reclutados, secuestrados, abusados sexualmente, de que sus escuelas sean atacadas, o de que se les niegue acceso a la ayuda.

La cantidad de niños y niñas que viven en zonas de conflicto de alta intensidad asciende a la alarmante cifra de 149 millones, el doble de la cantidad de niños y niñas que viven en los Estados Unidos . En Colombia, más de 400.000 niños y niñas menores de 5 años se han visto afectados por hechos relacionados con el conflicto armado como desplazamiento, acto terrorista, reclutamiento forzado, entre otros, y 2.271 ha sido víctimas de homicidio en el marco del conflicto.

“El uso y utilización de menores de edad para el conflicto armado vulnera todos los derechos de las niñas y de los niños que son víctimas. Y la mejor manera de prevenir que esto les ocurra es garantizando la totalidad de sus derechos; un niño que tenga educación, que tenga un entorno seguro, que tenga un entorno familiar amable, es menos vulnerable a los grupos armados”. María Paula Martínez.

Esta tendencia tan preocupante es una de las conclusiones del informe Alto a la guerra contra la niñez 2020: el género importa, el tercer informe anual de la organización sobre la cantidad de niños y niñas que viven en zonas de conflicto en todo el mundo.

El informe de este año, publicado antes de la Conferencia de Seguridad de Múnich —que reúne a los líderes mundiales para debatir los problemas que afectan la seguridad internacional—, también incluye un análisis sistemático acerca de cómo las seis violaciones graves contra la niñez que vive en zonas de conflicto afectan de distinto modo a las niñas y los niños.

El estudio señala que las niñas están mucho más expuestas que los niños a ser violadas, forzadas al matrimonio forzoso o a ser víctimas de otros abusos sexuales —el 87 % de los casos de violencia sexual verificados involucraron a niñas, mientras que el 1,5 % fueron perpetrados contra niños—. En el 11 % de los casos, no hay datos sobre el género. Somalia y la República Democrática del Congo fueron los países más peligrosos para las niñas.

Entre 2005 y finales de 2018, hubo casi 20 000 casos verificados de violencia sexual contra niños y niñas. Esta cifra es apenas la punta del iceberg, dado que la violencia sexual, que muchas veces es empleada como táctica de guerra, muchas veces es invisible debido a las barreras sociales y al estigma con el que está asociada.

Según el Boletín de Monitoreo del Observatorio de Niñez y Conflicto Armado de COALICO, en Colombia, “durante el primer semestre de 2019, se monitorearon 21 eventos sobre violaciones e infracciones contra el derecho a la vida e integridad personal de NNA en el marco del conflicto armado. De estos, 9 corresponden a homicidios y 12 a lesiones.”

En diciembre de 2019, Briska*, de 22 años, llegó a un campamento para personas desplazadas ubicado en la región del Kurdistán iraquí, después de huir del noreste de Siria con sus cinco hermanos menores. Dejaron atrás a su padre y a su madre, quienes deseaban que sus hijos pudieran escapar de la escalada del conflicto mientras ellos se quedaban a proteger el hogar.

«Aún me considero una niña, de modo que, ¿cómo podría yo asumir el rol de padre y madre? Ellos son mis hermanas y hermano, es muy difícil para mí. Incluso en un lugar seguro (el campamento para personas desplazadas), las niñas tenemos miedo porque no es lo mismo que cuando estás con tus padres o con algún hermano mayor».

Briska* le dijo a Save the Children que se sentía vulnerable: «Hay acoso y violaciones [durante los conflictos]. Por eso las mujeres somos verdaderamente las más afectadas en los conflictos y las guerras».

Tan solo en 2018, la violencia relacionada con los conflictos hizo que, al menos, 12.125 niñas y niños resultaran muertos o heridos; esta cifra es un 13 % superior a las cifras del año anterior, y Afganistán es el país más peligroso para la niñez. La cantidad de ataques a escuelas y hospitales de los que se tiene conocimiento también aumentó a 1892, lo cual refleja un incremento interanual del 32 %.

Las violaciones a las que estuvieron más expuestos los niños fueron los asesinatos y las mutilaciones, los secuestros, y los reclutamientos por parte de fuerzas o grupos armados. De todos los casos comprobados de asesinatos y mutilaciones, el 44 % de las víctimas fueron niños y el 17 %, niñas. En los casos restantes, no había datos sobre el género.

Amir* huyó de Irak a un pueblo en el noreste de Siria después de lesionarse durante un bombardeo que le produjo la amputación del brazo. Ahora vive en un campamento para personas desplazadas junto a su madre y sus hermanos. El paradero de su padre se desconoce.

«Recuerdo que solía ir a la escuela con mi papá. Él era quien me llevaba y me iba a buscar. Pero ahora estoy en este campamento y mi padre no me lleva a la escuela ni me va a buscar», dijo Amir. «El día que me hirieron, estaba con mi primo. De pronto, fuimos alcanzados por el fuego de artillería. Nos llevaron al hospital. Lo que más me aterró durante el conflicto fue mi herida».

Los adolescentes están expuestos a una probabilidad mucho mayor que las adolescentes a ser asesinados durante un conflicto, ya que es más probable que sean un blanco directo. Cuando las niñas son asesinadas o gravemente heridas, en general, se debe al uso de armamento explosivo que mata indiscriminadamente en áreas urbanas o pobladas, en las que alcanza los hogares, las calles o los mercados más concurridos.

José David* fue herido por un grupo al margen de la ley en medio del fuego cruzado con el Ejército de Colombia, a sus 8 años. «Vi como explotaba frente a mí la cabeza de un militar, no sabía qué hacer, solo corrí. Ese día cuando intentábamos escapar del pueblo, pensaron que éramos militares y nos empezaron a disparar. Mi primo murió y a mí me dispararon en un brazo y una pierna. Recuerdo que lo único que quería era que amaneciera para que se acabara la pesadilla».

Los niños también están más expuestos al reclutamiento por parte de las fuerzas o los grupos armados, así como a los secuestros. De los más de 2500 niños y niñas secuestrados por los grupos armados en 2018, el 80 % eran varones.

Inger Ashing, directora ejecutiva de Save the Children International, señala: «Nuestro informe muestra que las guerras actuales se están volviendo cada vez más peligrosas para la niñez. Los niños y las niñas que viven en zonas afectadas por conflictos enfrentan un riesgo mayor de ser asesinados, mutilados, reclutados por grupos armados o abusados sexualmente.

Es escalofriante que el mundo permanezca impávido mientras las niñas y los niños son blanco de ataques impunes. Desde 2005, se han resgistrado, al menos, 95 000 muertes o mutilaciones infantiles, decenas de miles de niños y niñas han sido secuestrados, y se le ha negado el acceso a la educación o a los servicios de salud a millones de niños y niñas cuyas escuelas y hospitales fueron atacados. La muerte de niños y niñas continuará, a menos que todos los Gobiernos y las partes en conflicto actúen ahora mismo para hacer valer las normas y los estándares internacionales, y para lograr que los perpetradores respondan por sus crímenes.

Nuestro análisis demuestra que los niños y las niñas sufren la guerra de manera diferente. Para satisfacer sus necesidades específicas, debemos invertir sumas de dinero más cuantiosas que ayuden a su recuperación. Los niños y las niñas son los más indicados para decirnos qué necesitan para recuperarse y reconstruir su futuro. Para que esto suceda, debemos escucharlos».

En este informe, Save the Children manifiesta que el único modo de lograr el alto a la guerra contra la niñez es que los Gobiernos y otras partes involucradas adopten e implementen planes de acción para abordar el sufrimiento de los niños y las niñas y ayudarlos a recuperarse en el terreno.

  • Indica que el nombre ha sido cambiado.

FIN NOTAS AL EDITOR

  • El informe Alto a la guerra contra la niñez incluye la recopilación de datos más exhaustiva de la cantidad de niños y niñas que viven en áreas afectadas por conflictos. Revela que los diez peores países para los niños y las niñas que viven en zonas de conflicto siguen siendo los mismos que en 2017: Afganistán, Yemen, Sudán del Sur, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Siria, Irak, Mali, Nigeria y Somalia.

  • El informe se basó estudios previos elaborados por PRIO (Instituto de Investigaciones para la Paz de Oslo) acerca de la cantidad de niños y niñas que viven en zonas afectadas por conflictos, así como en aquellos realizados por Proteknon sobre temas de género y conflictos.

  • Siria sobresale como un lugar particularmente adverso para las niñas y los niños, con un gran número de violaciones graves contra la niñez y un 99 % de niñas y niños que viven en zonas afectadas por conflictos. Los conflictos son cada vez peores para los niños y las niñas que viven en Afganistán, Somalia y Nigeria, donde se registran las cifras más altas de asesinatos y mutilaciones, violencia sexual, y reclutamiento y utilización de la infancia por parte de fuerzas o grupos armados.

  • En 2018, la cantidad de niñas y niños que vivían en zonas afectadas por conflictos era apenas menor que la del año anterior (415 millones, comparados con 429 millones en 2017), de los cuales 149 millones vivían en zonas afectadas por conflictos de alta intensidad, que son aquellos lugares donde los enfrentamientos provocan más de mil muertes al año.