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El Fondo para Respuesta de Emergencia es una de las inversiones más eficientes para la acción humanitaria

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Creado hace trece años como un fondo “de todos y para todos”, el CERF ha desembolsado más de 6000 millones de dólares para asistencia vital en situaciones de urgencia en 104 países. El Secretario General afirma que se trata del único fondo mundial lo suficientemente flexible como para reaccionar a tiempo en las emergencias y urge a mantener las contribuciones que permiten su trabajo.

“El Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia, CERF, es una de las inversiones más eficientes, probablemente la más eficiente que se puede hacer en materia de acción humanitaria”, aseveró este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas en un evento de alto nivel para recaudar recursos que financien la labor del CERF.

Al inaugurar la sesión, António Guterres explicó que una de las grandes ventajas del CERF es que funciona como un instrumento que reúne a las diferentes instancias del sistema de la ONU para trabajar coordinadamente en la arena humanitaria, “de una manera que sería bueno replicar en otras actividades de la Organización”.

“Por eso, invertir en el CERF no sólo es invertir en la acción humanitaria, es también invertir en que la ONU en conjunto funcione mejor”, subrayó Guterres.

Establecido en 2006 como un “fondo de todos y para todos”, el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia ha desembolsado 6000 millones de dólares para llevar asistencia vital en situaciones de urgencia a 104 países.

Ejemplos del buen funcionamiento

Como ejemplo de su buen funcionamiento, el titular de la ONU recordó, entre una serie de casos, que apenas horas después de que el ciclón Idai pasara por Mozambique, Malawi y Zimbabwe causando gran devastación, el CERF liberó 20 millones de dólares para ayudar a las agencias humanitarias en el terreno a distribuir agua, cuidados médicos de emergencia y otros servicios esenciales.

“Los recursos del CERF también ayudaron a evitar una hambruna en el Cuerno de África este año después de que el conflicto armado y la grave sequía causaran niveles extremos de hambre”, dijo.

Se refirió, asimismo, a la contribución del CERF en la respuesta al brote de ébola en la República Democrática del Congo. “Además, el fondo asignó 10,5 millones de dólares a Burundi, Rwanda, Sudán del Sur y Uganda para apoyar la preparación regional, lanzar iniciativas de concienciación y ayudar a contener la enfermedad”, acotó.

Pero el ritmo de las crisis ha sido implacable y este año el CERF ha asistido a la gente en 44 países, desde Yemen hasta Afganistán o Colombia.

Rápido y flexible

El CERF “es el único fondo mundial de emergencia lo suficientemente rápido, predecible y flexible como para alcanzar cada año a decenas de millones de personas cuando más lo necesitan”, sostuvo Guterres.

Agregó que además provee recursos sin la burocracia que puede hacer más lento nuestro trabajo, así que el dinero está disponible en cuestión de días, y a veces horas, después de que suceden los desastres.

El fondo ha ayudado a mantener las operaciones humanitarias en crisis de larga data y ha **evitado la suspensión de servicios esenciales **cuando es bajo el nivel de financiamiento en situaciones específicas. Entre esos casos se cuentan los Territorios Palestinos, Mal y Sudán.

El Secretario General atribuyó gran parte del éxito del CERF a los donantes, informando que 127 Estados miembros y observadores, así como otros contribuyentes, han financiado el fondo.

Detalló que 52 Estados miembros que han recibido ayuda del CERF también han aportado a largo de sus años de existencia, “convirtiéndolo en un fondo de todos y para todos”.

Aumentan las necesidades

Tras agradecer esta participación, Guterres alertó del aumento de la población que precisa asistencia humanitaria y de la complejidad que esta supone debido a conflictos, desplazamientos masivos y eventos relacionados con el cambio climático.

Según los datos más recientes de las Naciones Unidas, un récord de 168 millones de personas requerirá ayuda humanitaria en 2020. Para responder a esas necesidades harán falta 28.800 millones de dólares y el CERF tendrá un papel fundamental en la oportunidad de los operativos.

“El CERF también es un aliento de vida para la gente que sufre las crisis más olvidadas del mundo, las que no llegan a los titulares y que muy probablemente no recibirán recursos, pero que siguen causando miseria y negándole oportunidades a millones de personas”, puntualizó, añadiendo que en 2019 el fondo asignó 200 millones de dólares a 21 de esos escenarios para ayudar a unos 13 millones de personas en Afganistán, Bangladesh, Burkina Faso, Camerún, Chad, Mali, Ucrania y Sudán.

“Les pido que continúen invirtiendo en estas historias de éxito probado. El CERF es nuestro compromiso colectivo para responder a las necesidades cada vez mayores. Es nuestro mensaje de esperanza y solidaridad mundial con la gente atrapada en crisis”, señaló.

“Los urjo a revisar las cifras e invertir donde tendrán más impacto. (…) Por favor, respalden el compromiso de la Asamblea General de recaudar mil millones de dólares para el CERF”, concluyó Guterres.