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Un Centro Comunitario muestra la solidaridad a los refugiados y migrantes venezolanos en Arauca

Countries
Colombia
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Sources
UNCT Colombia
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Gracias al apoyo de los gobiernos de Francia y Alemania, así como otros donantes, ACNUR contribuyó con la ampliación de la infraestructura del Centro Comunitario Semillitas de Esperanza de las Hermanas Misioneras de la Esperanza para brindar alimentación y espacios de orientación a población venezolana refugiada y migrante en Arauca.

Ella es Doris, carga una bebé de 2 años y, aunque sus ojos se llenan de ternura al mirarla, es difícil verla sonreír. Sus pensamientos la llevan a Venezuela ya que hace unos días se enteró de que su mamá, quien vive en Barquisimeto, está enferma. Doris está preocupada porque no puede apoyarla desde Colombia y su mamá quedó encargada de sus otras dos hijas, una de 6 y otra de 10 años, a quienes no ha podido traer todavía. “La he pasado mal, es una tristeza y una lloradera”, cuenta Doris.

Doris María Yépez, de 34 años, su esposo y su bebé llegaron a Arauca luego de salir de Venezuela. Decidieron irse del país porque no había manera de que sobrevivieran allí, comenta Doris. “En Venezuela no sabíamos cuándo iba a ser la próxima vez que íbamos a comer, a veces desayunábamos, a veces no; a veces almorzábamos, a veces no”.

No tenían ingresos estables y eso ponía en riesgo la salud y la vida de todos; sobre todo de los más pequeños. Se dedicaban a preparar paquetes de cilantro y cebollín para vender en las calles, pero eso no era suficiente. En Colombia todavía se están adaptando, cada día sale, compra pan, recorre las calles de Arauca y los vende. “Es lo que hacemos para medio comer”, afirma Doris.

A la hora del almuerzo, Doris y su familia se acercan al Centro Comunitario Semillitas de Esperanza de las Hermanas Misioneras de la Esperanza para tener lo que será su único alimento seguro durante el día. El Centro brinda este apoyo por 30 días máximo, y Doris llevaba 21.

A lo largo del río Arauca, que marca la frontera con Venezuela, existen al menos 24 pasos informales por donde las personas cruzan en canoa. El Centro, además de brindar alimentación, supone el primer punto de acogida de la población recién llegada que entra a Colombia en esas canoas.

Gracias a la dotación y ampliación del Centro, mientras las personas son acogidas por los hermanas durante su almuerzo, también son orientadas y pueden ser remitidas a las organizaciones e instituciones que mejor puedan responder a sus necesidades más inmediatas, que primeramente son salud y documentación.