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Las oportunidades en el camino son oportunidades para aprender

Países
Brasil
+ 3
Fuentes
UNICEF
Fecha de publicación
Origen
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Niños y niñas migrantes, incluidos adolescentes, acceden a actividades de educación no formal en países vecinos a Venezuela, que los reconectan con los procesos educativos.

Ronneilys Corredor es una niña de 15 años que nació en el norte de Venezuela, cruzó la frontera brasileña y llegó finalmente a Boa Vista, Roraima (Brasil). La bienvenida fue compleja: tuvo que vivir con su familia en un refugio durante dos meses.

Esos días difíciles fueron parcialmente recompensados cuando tuvo la oportunidad de reconectarse con la educación en un Espacio de Aprendizaje de UNICEF. En uno de estos 10 Espacios ubicados en las ciudades fronterizas, aprendió sobre la cultura de Brasil y accedió a actividades de aprendizaje no formal. Eso le abrió las puertas a la educación formal.

Justamente en Brasil, UNICEF firmó un acuerdo de asociación en mayo de 2019 con World Vision y el Instituto Pirilampos, con la intención de implementar el nuevo enfoque del programa humanitario integrado de protección y educación infantil. Gracias a ellos, estas asociaciones podrán llegar a 4.820 niños dentro y fuera de los refugios en Roraima y Manaos, a través de 21 centros integrados. 3.445 niños, entre ellos adolescentes como Ronneilys, se han beneficiado ya de estas actividades de aprendizaje en Brasil.

Colombia también trabaja en poner en marcha actividades formales y no formales de aprendizaje. UNICEF comenzó a operar allí un modelo educativo formal y flexible llamado “círculos de aprendizaje”, que busca integrar a los niños en las escuelas, especialmente en áreas donde la migración tiene un mayor impacto en el sistema educativo. El programa tiene 300 espacios reservados para Bogotá, 200 para Barranquilla, 200 para Arauca, 300 para Norte de Santander y 200 para La Guajira, para un total de 1.200 niños y niñas.

En mayo de 2019, UNICEF y sus socios identificaron espacios comunitarios en los cuales se debatió este proyecto con los líderes de cada comunidad y se acordaron los procedimientos de evaluación y certificación. Colombia generó actividades de aprendizaje no formal para 1.258 niños, niñas y adolescentes ese mismo mes.

Durante el mismo período, 2.148 nuevos niños, niñas y adolescentes migrantes tuvieron acceso en Ecuador a estas actividades de aprendizaje no formal. UNICEF trabaja en este país con escuelas y comunidades en la integración de niños y niñas migrantes, así como en la prevención de la xenofobia. Adicionalmente, la organización internacional lidera los esfuerzos de promoción a nivel nacional que garanticen el acceso a la educación de niños y niñas venezolanos y ecuatorianos.

El apoyo de donantes públicos como Canadá, la Oficina de Población, Refugiados y Migración de los Estados Unidos (BPRM, por sus siglas en inglés), socios como el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF, por sus siglas en inglés) y Education Cannot Wait; así como la contribución de socios privados -canalizados por el Comité Danés para UNICEF, UNICEF Irlanda y el Fondo de Estados Unidos para UNICEF- han permitido al Fondo para la Infancia de Naciones Unidas mejorar el acceso a la educación para miles de niños y niñas migrantes, así como para aquellos que los reciben en sus comunidades.

Gracias a ese aporte, las autoridades nacionales y locales en los lugares más vulnerables están cada día mejor equipadas para enfrentar la creciente demanda de servicios como consecuencia de la crisis migratoria en los países de América Latina y el Caribe.

Todos los datos y cifras fueron extraídos de: Migration flows in Latin America and the Caribbean Situation Report No. 4