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“Nicaragua se encuentra en una encrucijada de la cual dependen su paz, su democracia y su futuro”

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Nicaragua
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UN News
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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debatió este miércoles la situación en Nicaragua, a petición de Estados Unidos, pese a la oposición de China, Rusia, Bolivia y Etiopía que no consideran la situación en ese país como una amenaza a la paz internacional.

“La situación de muerte, violencia, represión, crisis política y crisis social en Nicaragua es objeto de extrema preocupación en el hemisferio occidental”, manifestó este miércoles ante el Consejo de Seguridad el jefe de gabinete de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que, indicó, monitorea la situación en el país permanentemente.

Gonzalo Koncke destacó que, desde el pasado 18 de abril, 322 personas fallecieron en el país centroamericano, de acuerdo con los datos proporcionados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

“Las víctimas son el resultado de la represión, de la violencia, del accionar de grupos armados irregulares progubernamentales y de atropellos a los derechos humanos”, dijo.

Koncke señaló que el informe del 22 de junio de la Comisión indica que Nicaragua violó diversos derechos fundamentales de sus ciudadanos y que las conclusiones del estudio sobre estos abusos “deslegitiman al Gobierno”.

“Las soluciones para Nicaragua pasan insoslayablemente por la paz, verdad, justicia y democracia”, dijo el jefe de gabinete parafraseando al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien añadió que “no habrá solución genuina para Nicaragua sin escuchar la voz de su gente”. Esto es “a través de elecciones libres, justas, democráticas y transparentes acordes a los estándares interamericanos”.

En este punto, la secretaría general reiteró su invitación al Gobierno de reanudar y acelerar los trabajos conjuntos para que las reformas electorales finalicen en enero de 2019, tal y como acordaron ambas partes.

A su vez recordó que, según manifestó Almagro, el adelanto de los comicios sería “fundamental” y “la solución genuina” a la crisis democrática del país y emplazó al Estado a entablar de nuevo conversaciones con la oposición, representada por la Alianza Cívica, que conduzcan a “acuerdos de buena fe entre las partes”.

“Nicaragua se encuentra en una encrucijada de la cual dependen su paz, su democracia y su futuro. Entendemos que es una encrucijada que hubiera podido evitarse porque el sistema interamericano cuenta con las herramientas que ha puesto a disposición de los nicaragüenses para encontrar las soluciones”, sostuvo

Koncke indicó que, tras el 18 de abril, no se pueden aplicar “los mismos instrumentos que condujeron a la tragedia, porque eso implicará más enfrentamiento y más sufrimiento para la gente”.Por esa razón, se necesita “aplicar los mecanismos democráticos que devuelvan al pueblo nicaragüense la posibilidad de elegir y recuperar la convivencia política”.

Representando a la sociedad civil habló Félix Maradiaga quien denunció la persecución y amenazas de muerte que reciben los defensores de los derechos humanos y líderes religiosos, las detenciones arbitrarias de ciudadanos y torturas.

“Nicaragua se está convirtiendo en un país sin esperanza”, destacó.

La sesión del Consejo de Seguridad fue convocada por Estados Unidos, que ocupan la presidencia rotatoria del consejo de seguridad este mes de septiembre, pese a la oposición de China, Rusia, Bolivia y Etiopía que consideraron que la situación en la nación centroamericana no representa una amenaza a la paz internacional.

El debate en el Consejo es una injerencia a los asuntos internos

Por parte de Nicaragua intervino el canciller Denis Moncada quien destacó que hay consenso en el Consejo de Seguridad al indicar que su país no representa una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.

“Por tanto, su inclusión en esta reunión es una clara injerencia en los asuntos internos de Nicaragua y una violación a la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional”.

Moncada dijo que su país representa “un factor de estabilidad, paz y seguridad regional, con importantes indicadores positivos de desarrollo económico, político, social, disminución de la pobreza, equidad de género, y de seguridad ciudadana”.

En relación con los derechos humanos manifestó que Nicaragua respeta sus compromisos con los pactos y convenciones de los que es Estado parte y que el Consejo no es el órgano competente para encargarse de este asunto.

“Los derechos humanos deben abordarse mediante dialogo constructivo, no confrontativo, no politizado y basado en los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectividad”, señaló.

Ratificó el compromiso con la paz por parte del pueblo y el Gobierno de su país y, en consecuencia, la promoción de un “verdadero diálogo entre los nicaragüenses”.