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Ciudadanos venezolanos sin pasaporte permanecen en los exteriores de Migración, en Rumichaca; hay incomodidad

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El Comercio
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Valeria Heredia

El movimiento en la frontera Ecuador-Colombia fue fluido en el primer día de vigencia del pedido de pasaporte para el ingreso al país. La medida entró en vigencia desde hoy, sábado 18 de agosto del 2018, por la llegada masiva de venezolanos al país. El Ministerio del Interior informó que los ciudadanos de Venezuela deberán presentar su pasaporte, único documento que permite su entrada al país. No podrán cruzar la frontera quienes presenten cédulas de identidad o la llamada tarjeta andina.

En unas 10 carpas colocadas en diferentes espacios se refugiaron más de un centenar de extranjeros todos tenían maletas. Su situación no es óptima, principalmente por las bajas temperaturas, la falta de ropa abrigada y la incomodidad que genera estar a la intemperie. Aunque hay personas que donan alimentos y bebidas.

Un pan o un sánduche y un jugo son parte del menú de los foráneos mientras esperan una respuesta. Hasta las 19:00 de este sábado no hubo pronunciamientos, por lo que se sintió incomodidad y molestia.

Ángel y Yarley Altuver no tienen pasaporte, por lo que no pudieron continuar con su camino. Desesperación y preocupación son las dos palabras que sienten esta pareja. Ambos prefirieron sentarse sobre sus maletas y esperar la noticia de que podrán ingresar; pero eso no ocurrió. Yarley, por ejemplo, no soportó la situación y las lágrimas bajaron por sus mejillas. Su novio Ángel la consoló.

Un sentimiento similar tenía José Antonio Acevedo, un venezolano de 18 años. Él logró sacar su pasaporte, pero su madre no, por lo que están planeando qué hacer para continuar con su viaje. Ellos tienen previsto quedarse en Ecuador, ya que tienen familia ecuatoriana y venezolana en varias provincias del país. “Siento que mi familia se está fracturando. No pienso dejar a mi madre aquí”.

El joven recuerda que su madre sí tramitó el pasaporte en Venezuela, pero no lo consiguió. El motivo principal fue la falta de recursos económicos. José Antonio, quien dejó sus estudios, explica que el costo de este documento alcanza los USD 1 000. El sueldo básico en ese país es de menos de USD 5.

La mayoría de los foráneos venezolanos que están en la zona aseguró que no se moverá del lugar hasta tener la noticia de que pueden seguir su camino.

Mientras tanto, en lado colombiano hay tranquilidad. No se observa aglomeración de personas ni de vehículos que fueron evidentes en días anteriores.