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70 familias aún viven en carpas tras un año del sismo

Pays
Pérou
Sources
El Comercio
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En los barrios Los Albergues, 1 de Diciembre, Las Margaritas, Paz Progreso y San Carlos de la parroquia Tonsupa se observan carpas y casas de caña guadúa, con pisos de tierra, cubiertas con plásticos. La mayoría de los damnificados del sismo de 5.7 grados en Atacames, del 19 de diciembre del 2016, levantaron las carpas junto a los escombros de sus casas, que se desplomaron y que no han sido reconstruidas. En esas condiciones viven 70 familias, que seguramente permanecerán así más tiempo porque no hay dinero para edificar las nuevas viviendas.

El propio director del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) en Esmeraldas, Vladimir Quiñónez, explica que después del terremoto del 16 de abril del 2016, aún está pendiente la construcción de 324 viviendas y la reubicación de 760 familias, pero no hay financiamiento para hacerlo.

En estos casi dos años se han reparado 4 871 viviendas en la provincia de Esmeraldas. En el barrio Paz y Progreso, siete familias habitan en un refugio; conviven 35 personas, de las cuales 15 son niños de entre 3 y 7 años. Los menores presentan problemas gripales debido al polvo, y afectaciones en la piel; además soportan el calor que se concentra en el interior, en el día y en la noche, según las madres. Carlos Charcopa, su esposa Xiomara Ramírez y sus dos niños ocupan desde hace un año una de las cinco carpas del refugio de Paz y Progreso. Su familia fue unas de las 72 que permanecieron dos meses, hasta febrero del 2017, en el albergue montado en la cancha del estadio Walter Aparicio, de Atacames.

En el refugio no cuentan con agua potable. Para usar el servicio higiénico deben pedir a los vecinos. Charcopa cuenta que cuando el agua no llega a tiempo, deben alquilar triciclos para traerla desde el río, a media hora desde donde viven, para lavar la ropa. Joanna Bennet, quien preside el frente de damnificados por el terremoto del 2016, señala que el problema de construcción y reconstrucción de viviendas tras el terremoto comprende a otras 90 familias de los cantores Rioverde, San Lorenzo y Eloy Alfaro. Según Bennet, la información de los damnificados por el terremoto y de sus réplicas en Esmeraldas debe ser actualizada para tener el registro real de las personas que perdieron sus viviendas.

A través de la mesa Técnica, de la que es parte el Miduvi, en Tonsupa se han realizado 5 937 inspecciones de inmuebles para determinar el grado de afectación de la infraestructura. Según un informe, 144 inspecciones se realizaron en la parroquia Tonsupa en los barrios Los Albergues y Paz y Progreso, una de las zonas más afectadas tras el sismo de diciembre. Otras 54 inspecciones se hicieron en Atacames, 19 en Tonchigüe, 6 en la parroquia La Unión de Atacames y se han colocado 270 sellos rojos en las viviendas, que representan peligro para vivir.

A la casa de Bacilio Rodríguez, uno de los damnificados, se le puso el sello de “No habitabilidad”, pero después de esperar seis meses la intervención del Miduvi decidió volver a su vivienda y reconstruir con la ayuda de familiares. El Gobierno ofreció su reubicación en casas que se construirían a través del Miduvi, pero aún no se concreta. Según las familias, en la entidad les han dicho que deben esperar. Mientras llega la ayuda del Gobierno, la Fundación Caemba trabaja en la construcción de 60 casas con caña de bambú en Tonsupa; 25 fueron levantadas en el barrio 1 de Diciembre.

Ana Alcívar, una de las beneficiadas, comenta que desde hace un año se levantan las viviendas con ayuda de donaciones locales y del extranjero. Según el alcalde de Atacames, Byron Aparicio, en el cantón se necesitan 700 viviendas.

“Se han construido 116 en terrenos que eran de las Fuerzas Armadas, pero el comité de reconstrucción sigue en deuda con Esmeraldas”, señala el Burgomaestre.

Aparicio dice que pedirá al Comité de Reconstrucción que se invierta parte de los USD 1 600 millones recaudados por la Ley de Solidaridad, en las casas para los damnificados de Atacames.

A través del Comité de Reconstrucción, se informó que se han edificado 80 soluciones habitacionales en Portete, 320 en Chamanga, 300 en Muisne y 116 en Atacames, luego del terremoto. En contexto ​ Esmeraldas fue la provincia que más daños tuvo con las réplicas del terremoto del 16 de abril del 2016. Además, los sismos de diciembre de ese año dañaron hoteles, edificios de departamentos y viviendas de la ciudad de Atacames y de su parroquia Tonsupa.