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La educación transforma vidas y trae estabilidad en Chile: UNESCO

Countries
Chile
Sources
UNESCO
Publication date
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  • Más de 1.100 huarinos, entre estudiantes, familiares y funcionarios de la educación, fueron beneficiados por inversión en infraestructura para las escuelas de la comuna.

  • Estos proyectos reafirman que la educación de calidad debe ser una aspiración incluso aún mayor tras un desastre

25.10.2016 -Huara es una municipalidad ubicada entre las serranías andinas y la costa del Pacífico del norte de Chile, en la región de Tarapacá. Conformada por 28 pueblos y 6 caseríos en medio de una geografía accidentada, los huarinos viven mayormente de la agricultura familiar en oasis escondidos entre las quebradas. En estas soledades las escuelas juegan un rol medular en el tejido social, estructura que se debilitó tras el terremoto ocurrido el 1 de abril de 2014 que afectó al norte de Chile y el sur del Perú.

El sismo dañó la infraestructura de los establecimientos públicos, los que ya contaban con cierto deterioro causado por otros movimientos telúricos de reciente data, muy comunes en esta región del mundo. Ante la evidente necesidad de la comunidad, la Municipalidad de Huara, el Ministerio de Educación de Chile y la UNESCO unieron esfuerzos y diseñaron un plan de intervenciones entre 2015 y 2016 que incluye la mantención, ampliación y mejora de habitabilidad para las 12 escuelas públicas de la comuna que cubren un universo de 405 estudiantes por un monto total de inversión de 275 millones de pesos chilenos (US$ 416.000 aproximadamente).

Para desarrollar los cambios, las comunidades que se beneficiarían de esta inversión pública ayudaron a la detección de las necesidades inmediatas. No sólo se mejoraron las escuelas más importantes, rediseñando los espacios, renovando la infraestructura y materiales de trabajo, sino también las escuelas más pequeñas, rurales, e incluso las unidocentes, poniendo también énfasis en la autonomía energética de los establecimientos educativos más apartados que no contaban con electricidad.

Es así como en el poblado de Tarapacá la escuela fue reconstruida; en Huara, cabeza municipal, el único liceo secundario de la zona fue mejorado y ampliado, beneficiando a estudiantes que viajan muchas horas desde zonas alejadas para recibir educación. En pueblos como Pachica y Sibaya se mejoraron escuelas que atienden entre 10 y 50 alumnos y en Huaviña, con una alumna y una maestra, también se realizaron mejoras. Sotoca y Jaiña, comunidades apartadas y rurales, desarrollaron proyectos de autonomía energética, entre otros trabajos.

Un caso especial fue la escuela de Pisagua. Situada en la costa en el Pacífico, el pueblo y, muy especialmente la escuela, sufrieron un gran deterioro a causa de los movimientos telúricos. Junto a una creciente demanda de matrícula que no puede ser cubierta con su actual infraestructura el plan de desarrollo para este establecimiento educacional incluye una ampliación y sustanciales mejoras que incorporan una perspectiva arquitectónica acorde a la geografía donde está enclavada. Dada la envergadura de este proyecto es que está planificado en cuatro etapas en las cuales las autoridades locales están plenamente involucradas.

Este establecimiento además presenta una oportunidad adicional dado que debe reconstruirse prácticamente en su totalidad, pensando en la demanda actual y futura de matrícula. Además, incorpora en su proyecto de arquitectura elementos culturales importantes para los pisagüinos como un círculo en el patio, símbolo de la comunidad y de la madre tierra, el trazado del norte solar como símbolo del Padre Sol y reconoci­miento de la ubicación dentro de Chile, en América y en el planeta.

El alcalde de Huara, Carlos Silva Riquelme expresa su satisfacción con este proyecto: “(…) nosotros necesitamos que nuestros niños y nuestras familias se involucren en educación porque no estamos solamente pensando en nuestros alumnos. Estamos pensando en colegios de puertas abiertas donde la comunidad puede participar y donde los profesores están comprometidos, mejorando la calidad de vida de nuestros niños, de nuestras familias, pero también pensando en el futuro”.

Jorge Sequeira, director de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe resalta la importancia de esta tarea realizada junto al gobierno local y nacional: “Gracias a las intervenciones realizadas no solamente se avanza en la mitigación de las necesidades pendientes de las comunidades escolares respecto a infraestruc­tura. Con estos proyectos también avanzamos en la valoración de la educación pública como un bastión de apoyo y de oportunidades para todas las personas, como un lugar donde nos juntamos en las alegrías y en las dificultades, al que se puede acudir en caso de desastre y desde donde la comunidad se reconstruye y se hace más fuerte”.

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